Somos aún el hombre primitivo
De la Era Glacial buscando el fuego
Que avive las entrañas y que hornee
La triste arcilla informe del cerebro.
Somos aún la bestia decidida
Y terca y abnegada y sin consuelo,
Que busca el astro azul de una palabra
En la nube agitada de su aliento.
Somos esta imposible criatura
Que escala la pendiente del instinto
Y sueña con que habrá tal vez un día
De divisar la Omega y el Principio.
Somos un nudo al fin de barro inquieto
Un corazón golpeando en la espesura
Con latido brutal... roja semilla
Que lanzará su roble al infinito.
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